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Decisiones empresariales en entornos inciertos. ¿Reestructuración de la compañía? ¿Valoración y venta de la empresa? ¿Decisión preconcursal?

Una situación como la acaecida por la pandemia de la COVID-19 ha supuesto enfrentarse a una realidad social y económica que se resume en una sola frase: incertidumbre sobre cuáles van a ser los efectos económicos y sociales a corto, medio e incluso a largo plazo.

La paralización de la mayor parte de las actividades productivas está teniendo un efecto devastador sobre amplios sectores empresariales, y en Baleares nuestra relación con el sector turístico ha supuesto un incremento de los impactos que se han traducido en unas previsiones nada halagüeñas para el periodo 2020, tal como refleja el informe Impacto de la Crisis de la COVID-19 en las comunidades autónomas elaborado por Funcas recientemente.

Ante este escenario, las conversaciones con empresarios, entidades financieras y asociaciones empresariales están también confirmando un dato peligroso: la paralización en la toma de decisiones empresariales.

Tal y como me dijo una vez un contrastado CEO; “no tomar decisiones es la peor decisión de gestión”; y es importante recordar que decidir no es improvisar, como ya apunté en un artículo sobre toma de decisiones (https://illeslex.com/es/decisiones-reglas-toma-decisiones/). La toma de decisiones es un proceso que debe tener una serie de reglas, pero al fin y al cabo es decidir. El símil del ciervo paralizado por las luces del coche me recuerda este concepto, y todos sabemos muy bien cómo acabo el pobre ciervo…


Tenemos que recordar que numerosos directivos y empresarios recurren a confiar en su instinto como método para prever lo que pasará, y en este punto los datos estadísticos ya nos han dicho que el instinto es la peor opción en situaciones de crisis. Por lo tanto, seamos francos con los datos y lo que nos indican, y analicemos de forma objetiva nuestra situación empresarial.


Otro aspecto relacionado con esta circunstancia es pensar que la empresa es un apéndice del brazo o un miembro de la familia. Por muy doloroso que sea, es una empresa, y morir con ella no nos va a poner en ningún lugar de la historia, y como apunte a un empresario que estaba con la disyuntiva “¿quieres perder un negocio o tu patrimonio familiar personal?”, seamos fríos y pensemos en las opciones que tenemos.


Llegados a esta situación, veamos todo lo anterior con el siguiente ejemplo: empresa de sector de distribución, con una posición de liquidez complicada, con un pool bancario tenso y con una refinanciación además de otras historias heredadas de productos financieros sumados a la empresa, trabajando en un sector paralizado y con un ritmo de ventas del 50% respecto al año anterior. La pregunta es: ¿Nos paramos esperando que este panorama cambie o analizamos para tomar decisiones?


Cada semana nos encontramos con situaciones de este estilo, y eso que no hemos llegado al primer trimestre de 2021, donde la situación será más tensa con los bancos pidiendo por la refinanciación que dieron. Puede ser que estas líneas sean duras, pero a veces tenemos que ser francos y no vender falsas expectativas, eso lo dejo en otros foros.


Por lo tanto, siguiendo el caso anterior, en casos como el comentado me gusta sentarme con un folio en blanco y plantear la siguiente pregunta: ¿Tenemos un diagnóstico real de la situación de la empresa? Esto es importante porque al igual que en los casos médicos, visitar al médico con una enfermedad que ha derivado en algo peor puede suponer que el tratamiento ya sea inútil, y las salidas al problema están más qué claras y todos la conocemos ya que suelen venir con unos nombres como: cierre y/o liquidación, tras el preceptivo concurso, y cruzando los dedos para que no sea un concurso culpable…


Sabiendo el diagnóstico, pueden pasar 3 cosas muy sencillas y que como digo muchas veces, la solución más simple es la mejor solución:

a) La empresa puede salvarse con una reestructuración que puede ser estratégica, financiera u operativa, o las 3 a la vez, y que serán la base de un plan de viabilidad y de la consecuente negociación con entidades financieras o inversores.

b) La empresa presenta una buena imagen y tal vez es cuestión de ver la venta como una opción, ya sea a un inversor o un operador de mercado ya sea vertical u horizontal quien tenga en estos momentos una buena liquidez para invertir. Si, ya sé que esto es un drama, pero plantéese las siguientes preguntas: ¿Es el futuro del sector favorable?, ¿cómo está evolucionando la competencia?, ¿me encuentro en un mercado que está cambiando de forma acelerada? Y también otras cuestiones relacionadas con una empresa familiar: ¿Tengo gestionada la continuidad y sucesión dentro de mi familia? Seamos objetivos y veamos que es una opción también para la continuidad de mis trabajadores y de gestionar una salida muy favorable para mi familia.

 

c) La empresa tiene visos de concurso, por lo que optemos por el preconcurso, que es una fórmula donde podemos reflotar y salvar a la empresa y dejarla bien posicionada para tomar decisiones futuras. Ya sé que decir concurso en este país equivale a decir muerte, pero el preconcurso bien gestionado es una fórmula muy útil para insuflar oxígeno a la empresa y sacarla de una situación terminal. Y de eso consiste a veces ser directivo o empresario, pensar en decisiones óptimas para todos y tal vez las más dolorosas para mí.

 

 

Como podéis ver, las cosas a veces son más sencillas de lo que parecen, y tal vez es pensar y analizar de forma objetiva para tomar decisiones. Desde Illexlex hemos definido una sistemática que después de más de 15 años viendo empresas hemos reconocido como la mejor práctica para la gestión y toma de decisiones en empresas en situación de pre-crisis o crisis y que resumimos en esta figura:

 

En esta situación, nuestro papel como asesores busca siempre apoyar y facilitar la información para la toma de decisiones, pero al fin y al acabo el empresario o directivo debe ser quien tome las decisiones.

Esperamos que este artículo haya servido para dar una visión sobre una realidad que van a vivir los empresarios y directivos de Baleares en los próximos meses, y recordar que el equipo de Illeslex está abierto a poder ayudar y resolver cuestiones como la tratadas en estas líneas.

 

 

José Antonio Caldés
ILLESLEX

 

 

Para obtener información adicional sobre el contenido de este documento puede dirigirse a
ILLESLEX en info@illeslex.com

 

 

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